Laberintos cotidianos es un proyecto que surge producto del encierro prolongado en el marco de la actual situación de pandemia. La serie de dibujos aquí expuestas pretenden, mediante lo ficticio y lo simbólico, testimoniar las distintas experiencias, sensaciones y reflexiones surgidas a partir del claustro.

Como eje principal, se presenta la experiencia del encierro como una continuidad en el relato de lo cotidiano, entendiendo que, en nuestro diario vivir, todas las posibilidades se ven reducidas a ciclos cerrados y evidentes, cuya variabilidad parece ser imperceptible, la percepción de cambios desaparece y la temporalidad se transforma en una circularidad constante, donde la sensación cronológica se descoloca, alterando nuestra percepción sobre esta.

De este modo, lo circular y lo reiterativo se convierten en un recurso simbólico para construir escenarios y situaciones que dan cuenta del agobio, la pesadumbre y el vaivén existencial de pensamientos e imágenes.